La empresa inBiot ofrece soluciones para monitorizar y mejorar la calidad del aire en centros educativos con el objetivo fomentar entornos de aprendizaje seguros y productivos.
Si algo hemos aprendido de la pandemia, es que la calidad del aire interior no es un lujo, sino una necesidad, especialmente si queremos avanzar hacia un futuro más saludable y sostenible. Por esta razón, la climatización, la ventilación y la calidad del aire se han convertido en cuestiones clave en el día a día de las empresas, que buscan implementar medidas para su mejora.
Para ello, la empresa inBiot ha desarrollado una solución completa y flexible de monitorización y gestión de la calidad del aire interior, compuesta por dispositivos inteligentes, un servicio cloud y un servicio postventa profesional.
Grupo Orkli e inBiot han decidido unir sus fuerzas para avanzar con paso firme en el desarrollo de soluciones inteligentes para gestionar sistemas de eficiencia energética partiendo de la monitorización de la calidad del aire.
Desde sus inicios en 2018, la empresa inBiot ha desarrollado y validado una estrategia de mejora continua de la calidad del aire en espacios interiores, mediante la instalación del dispositivo de monitorizaciónMICA y la transferencia de los datos a su plataforma digital My inBiot. Esta plataforma ofrece una sencilla e intuitiva experiencia de usuario, permitiendo un seguimiento online de los datos recogidos en tiempo real para su control y análisis.
La llegada de la COVID-19 ha puesto sobre la mesa la necesidad de revisar el aire que respiramos en nuestros espacios cerrados, especialmente en lugares donde se concentran un elevado número de personas, como es el caso de las oficinas.
En Caloryfrio.com hemos estado teletrabajando desde marzo de 2020 y a la hora de volver a la oficina, nos hemos dado cuenta de que tenemos un espacio limitado y con ventilación manual, por lo que contar con un medidor de calidad de aire era fundamental para garantizar una vuelta segura. Te mostramos nuestra experiencia midiendo la calidad del aire interior en nuestra oficina en el siguiente vídeo:
Su tecnología da respuesta a una de las principales recomendaciones sanitarias frente al COVID-19, que es la de mantener una óptima calidad del aire en espacios interiores.
La situación de pandemia actual ha puesto de manifiesto la necesidad que ya existía de revisar la calidad del aire que respiramos en los espacios cerrados. Hoy, y con más motivo con la teoría del contagio por aerosoles, garantizar una adecuada renovación del aire interior ha pasado a ser una clara prioridad. Especialmente en espacios como centros educativos o de hostelería, por contar con una importante densidad de ocupación durante periodos de estancia prolongados.
La empresa navarra inBiot ha desarrollado un dispositivo específico para ayudar en esta situación: MICA Lite. Este nuevo monitor está especialmente diseñado para facilitar una correcta ventilación que resulte eficaz para minimizar el riesgo de contagio por virus, evitando los elevados gastos de calefacción derivados de tener todo el día las ventanas abiertas.
Un año después de empezar a comercializar su dispositivo propio MICA (Monitor Inteligente de la Calidad del Aire interior), la empresa inBiot lanza su segundo producto: MICA Wall. Un nuevo monitor con un mayor número de sensores, de instalación en pared y con capacidad de control y automatización de sistemas HVAC.
MICA surge de la necesidad de monitorizar la calidad del aire de los edificios de forma efectiva e inteligente. Se trata de un dispositivo capaz de medir la evolución de los principales parámetros que la condicionan: temperatura, humedad relativa, CO2, formaldehído, COVs y partículas en suspensión. Estos datos se almacenan y visualizan en una plataforma IoT propia en la nube que propone soluciones de mejora en base a los perfiles de uso, a las fuentes de contaminación detectadas o al sistema de regulación existente.
La startup navarra inBiot ha puesto en marcha un nuevo e inédito modelo de negocio a partir del desarrollo de tecnología y servicios para dar una solución completa y personalizada de monitorización y mejora de la calidad del aire interior de los edificios y otros espacios interiores como medios de transporte. Algo que repercute directamente en la mejora de la calidad de vida de los usuarios al introducir la variable de la salud en el actual concepto de los sistemas de ventilación, orientados hasta la fecha a medir variables que prioritariamente permiten optimizar la eficiencia energética.
A finales de 2016, la Comisión Europea presentó un nuevo paquete de medidas con el objetivo de proporcionar el marco legislativo estable necesario para facilitar la transición de energía limpia. Este paquete supone una revisión de ocho directivas, incluidas la DEEE, la Directiva de Eficiencia Energética y la Directiva de Energías Renovables. En la DEEE (2018/844) se han incluido algunos elementos relacionados con el ambiente interior de los edificios. En particular, en el caso de rehabilitaciones profundas se espera que los Estados miembros aseguren unas condiciones ambientales saludables en su interior, mientras que la eficiencia energética queda supeditada a la optimización de la salud, la calidad del aire interior y los niveles de confort.
Por otra parte, la Comisión está definiendo un indicador de la inteligencia de un edificio; el denominado SRI (Smart Readiness Indicator), que, entre otras cosas, tendrá en cuenta los beneficios para la calidad ambiental de su interior. Un aspecto clave a considerar es la capacidad del edificio para adaptarse a las necesidades de sus ocupantes garantizando unas condiciones saludables en todo momento.
En este sentido, se hace necesaria la existencia de dispositivos capaces de medir la calidad del aire interior, así como su interoperabilidad con los dispositivos de ventilación, climatización, filtrado y purificación de aire; de forma que las nuevas tecnologías traigan consigo una optimización del funcionamiento de los equipos priorizando en todo momento la salud de los usuarios.