Cómo elegir el mejor grifo termostático para tu ducha
Los grifos termostáticos permiten regular de antemano la temperatura a la que queremos que salga el agua, lo que se traduce en mayor comodidad y seguridad. Al evitar cambios bruscos de temperatura se gana en confort y, al mismo tiempo, se reduce el riesgo de quemaduras, especialmente en hogares con niños, personas mayores o personas con movilidad reducida.
Además, su uso contribuye al ahorro de agua y energía. Gracias a la regulación automática, no es necesario dejar correr el agua hasta alcanzar la temperatura deseada, lo que puede suponer un ahorro de hasta un 40% por ducha. En un hogar medio, esto representa varios miles de litros al año, con un impacto directo en la factura y en la sostenibilidad.