La física desmiente que los toldos oscuros calienten los edificios
- Escrito por María Moya
AESSO, la Asociación Española de Sombreado y Control Solar Dinámico, nos recuerda que los toldos oscuros "no irradian calor" al interior de las viviendas: la física lo desmiente y los cálculos lo confirman.
Lo que realmente sobrecalienta los edificios es la radiación solar directa que atraviesa el vidrio sin protección. AESSO trabaja para divulgar con rigor y claridad el papel de la protección solar como una de las herramientas pasivas más eficaces para la mejora del confort interior y la eficiencia energética de los edificios.
- Entender la radiación solar
- Transmisión, reflexión y absorción: las tres formas de interactuar con la radiación: lo que entra, lo que rebota y lo que se queda
- ¿Qué es el Factor Solar? - El factor que ayuda a entenderlo todo
- En el Código Técnico de la Edificación
- ¿Cómo se calcula el factor solar?
- El color oscuro: ¿un error?
- ¿Qué dicen las cifras?
- Conclusión
Entender la radiación solar
Para hablar con conocimiento sobre la eficacia de un sistema de protección solar, es necesario comprender los procesos físicos que tienen lugar cuando la radiación solar incide sobre una fachada. De esta manera podemos interpretar correctamente por qué en un edificio penetra más o menos calor y cómo influyen factores como el color del tejido, el tipo de vidrio o la distancia entre ambos.
Muchas afirmaciones erróneas provienen precisamente de no entender estos principios básicos. Por eso, antes de hablar de valores técnicos como el factor solar, conviene repasar qué ocurre exactamente cuando la radiación solar alcanza una ventana acristalada con un toldo, una persiana u otra protección solar instalada.
Transmisión, reflexión y absorción: las tres formas de interactuar con la radiación: lo que entra, lo que rebota y lo que se queda
Cuando la radiación solar incide sobre un material, esta se descompone en tres partes:
- 1. Transmisión (T): Es la parte de la radiación que atraviesa directamente el sistema (tejido o vidrio) y llega al interior del edificio. Cuanto mayor sea esta transmisión, mayor será la ganancia térmica en el interior.
- 2. Reflexión (R): Una fracción de la radiación solar se refleja en la superficie del tejido o del vidrio y se devuelve al exterior sin calentar ni el sistema ni el espacio interior. Esta reflexión depende de las propiedades ópticas del material, incluidos el color y el acabado.
- 3. Absorción (A): El resto de la radiación es absorbida por los materiales, que se calientan como consecuencia. Ese calor absorbido puede liberarse después hacia el interior o hacia el exterior por otros mecanismos.
Estos tres fenómenos siempre se dan en conjunto y están relacionados entre sí: Transmisión + Reflexión + Absorción = 100 % de la radiación incidente. Entender cómo se reparte esa energía es el primer paso para evaluar correctamente el comportamiento térmico de una solución de sombreado.
¿Qué es el Factor Solar? - El factor que ayuda a entenderlo todo
Cuando hablamos de cuánta radiación solar penetra en un edificio a través de una ventana, lo hacemos a partir de los cálculos que establecen las normas internacionales. Existe un valor técnico, medible y reconocido: el factor solar o g. Este indicador expresa la proporción de energía solar que, a través de distintos mecanismos de transferencia de calor, termina penetrando en el espacio interior.
El gtot —o factor solar total del hueco— representa la fracción de la energía solar incidente que entra al interior considerando tanto el vidrio como el sistema de protección solar (toldo, persiana, estor, etc.). Es decir, tiene en cuenta el comportamiento combinado de todos los elementos del hueco acristalado, no solo del vidrio.
En el Código Técnico de la Edificación
Este valor se convierte en una herramienta fundamental para evaluar el rendimiento térmico de ventanas con protecciones solares, ya que refleja el impacto real de estos sistemas sobre la demanda energética del edificio, o en el confort térmico de los ocupantes.
El factor solar no es un concepto nuevo. Se utiliza desde hace décadas en simulaciones y diseño pasivo, pero desde 2019 su uso se ha extendido, ya que el Código Técnico de la Edificación (CTE) exige su introducción tanto para justificar el cumplimiento normativo como para emitir el certificado de eficiencia energética. La última versión de la herramienta unificada HULC, publicada recientemente, facilita enormemente su cálculo.
¿Cómo se calcula el factor solar?
En proyectos residenciales, es habitual utilizar valores por defecto del factor solar, que permiten simplificar el proceso de cálculo. No obstante, el propio CTE recomienda el uso del método detallado recogido en la norma UNE-EN ISO 52022-3. Este tipo de estándares son desarrollados por comités técnicos especializados en eficiencia energética, y los fabricantes deben aplicarlos para justificar sus cálculos, especialmente en proyectos exigentes.
También existe un método simplificado, recogido en la norma UNE-EN ISO 52022-1, que resulta suficiente en la mayoría de los casos. Sin embargo, cuando se requiere mayor precisión o una justificación técnica sólida de los datos —por ejemplo, en edificios terciarios, viviendas de alto rendimiento energético o proyectos que aspiran a obtener alguna certificación de sostenibilidad—, se recomienda recurrir al método detallado para obtener resultados más ajustados a la realidad. Esta metodología de cuantificación tiene en cuenta una amplia gama de variables:
- El color, del que dependerá la transmitancia y reflectancia espectrales del tejido o material de sombreado, así como su porosidad.
- El tipo de acristalamiento
- Las distancias entre el dispositivo de sombreado y el vidrio, y las distancias perimetrales respecto al hueco.
Todo ello permite modelar con precisión los tres mecanismos de transferencia de calor implicados:
- Radiación solar directa y difusa
- Conducción, relevante en contacto o distancias mínimas
- Convección, es decir, el movimiento del aire en la cámara entre toldo y vidrio
- Y, de forma muy significativa, la re-radiación térmica en el infrarrojo lejano, que explica muchas de las confusiones actuales.
El color oscuro: ¿un error?
Uno de los mitos más comunes es pensar que un tejido oscuro “irradiará” calor hacia el interior del edificio. Pero eso ignora un hecho básico: el vidrio es prácticamente opaco a la radiación térmica que emiten los materiales calientes (radiación FIR). En cambio, sí es altamente transparente a la radiación solar directa (onda corta o NIR), que es la verdadera responsable del sobrecalentamiento interior.
Por tanto: el calor que emite un toldo a alta temperatura permanece en el exterior.
Este fenómeno es fácil de observar en ejemplos cotidianos: los invernaderos o los coches aparcados al sol. La radiación solar de onda corta (NIR) atraviesa el vidrio y calienta las superficies interiores. Estas, a su vez, emiten radiación térmica de onda larga (FIR), que no puede volver al exterior porque el vidrio es opaco a ella. El resultado: el calor queda atrapado en el interior.
Ahora bien, si no hay vidrio entre nosotros y el toldo —es decir, si estamos situados directamente junto a él—, sí percibiremos esa radiación térmica emitida por el tejido oscuro, especialmente si no hay ventilación. Por eso, para uso exterior directo (como una terraza), puede ser preferible un tejido claro. Pero si el objetivo es proteger el interior del edificio, la combinación de vidrio y tejido oscuro funciona como una barrera muy eficaz frente al sobrecalentamiento.
¿Qué dicen las cifras?
Con las herramientas de software actuales — algunas de ellas disponibles desde hace más de 20 años y gratuitas— es posible calcular con precisión el factor solar de cualquier configuración (cuanto menor es el porcentaje, mejor es la efectividad de la protección). ¿El resultado?
- Un tejido de toldo negro combinado con doble acristalamiento bajoemisivo presenta valores de factor solar total entre el 4% y el 7%, en función de las distancias al vidrio y perimetrales.
- En cambio, un tejido beige claro puede situarse en torno al 14%, es decir, el doble o el triple, debido a que transmite más radiación de manera directa.
En ambos casos, obtenemos excelentes valores, ya que el bloqueo de radiación incidente se sitúa respectivamente alrededor del 95% y del 85%
Factor solar de un tejido en combinación con un acristalamiento doble bajoemisivo en función de la posición
Conclusión
No existen materiales “mejores” o “peores” en términos absolutos. Todo depende del uso que queramos dar al espacio protegido:
- Si lo que queremos es reducir al máximo el calor que penetra en el interior, un tejido oscuro será más eficaz y nunca actuará como un radiador que calienta el edificio.
- En cambio, para terrazas o espacios abiertos al exterior puede ser preferible un toldo en color claro ya que emite menos calor hacia la zona sombreada.
Al margen de otras consideraciones y prioridades como pueden ser aspectos de utilización de luz natural, transparencia o privacidad.
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