Al objeto de garantizar las adecuadas condiciones de higiene, se debe renovar diariamente un cierto volumen del agua de piscina. Una reposición de agua, sin recuperación, implica el desperdicio de agua a temperatura de piscina que hay que sustituir por agua a temperatura fría de red. Adicionalmente hay pérdidas como por ejemplo, las debidas a la transmisión en paredes que es necesario compensar.
Se propone a continuación un método de recuperación de energía, de alta eficiencia, para reducir los costes de funcionamiento y también las emisiones de CO2, utilizando el agua de piscina extraída como fuente de calor antes de tirarla por el desagüe. Los períodos de amortización son inferiores a tres años, dependiendo de la temperatura de agua de red, etc., con ahorros acumulados a lo largo de su ciclo de vida útil varias veces superiores a la inversión inicial.