Un alto porcentaje de la población mundial desconoce que el aire interior que respira a diario en su hogar, lugar de trabajo ó centro de enseñanza, puede estar hasta 8 veces más contaminado que el aire exterior. Se trata de diferentes tipos de contaminantes, a menudo invisibles y de diversos orígenes –químicos, biológicos, partículas-, que suponen un riesgo importante para la salud, ya que provocan múltiples alteraciones, dolencias y enfermedades que afectan a nuestra vida cotidiana, tales como alergias, deficiencias respiratorias, problemas de concentración e, incluso, cáncer, sobre todo si tenemos en cuenta que nos pasamos más del 90% de nuestro tiempo en espacios cerrados.