El 83,4% de la red de distribución eléctrica en España está saturada
- Escrito por Alejandro Rodríguez CALORYFRIO
La publicación de los mapas de capacidad de la red de distribución eléctrica ha puesto de manifiesto un dato preocupante: el 83,4% de los nudos ya están saturados, lo que impide conectar nueva demanda en gran parte del territorio.
Los mapas, disponibles en las webs de los gestores de red, recogen de manera estandarizada información sobre identificación técnica y geográfica de los nudos, capacidad disponible, ocupada o en trámite, así como aquellos que, pese a estar saturados, podrían ser reforzados en el futuro. Este avance permitirá a consumidores, promotores e industria anticipar la viabilidad de sus proyectos, evitar solicitudes duplicadas y agilizar los procesos de tramitación.
La saturación revela un desfase entre inversión y crecimiento de la demanda
Los datos recopilados por las distribuidoras y UFD reflejan que el incremento de solicitudes de acceso y conexión —impulsado por el auge de la electrificación, el almacenamiento y la movilidad eléctrica— ha chocado con una red que no ha seguido el mismo ritmo inversor. Esta situación ha provocado cuellos de botella en puntos clave, limitando la incorporación de nuevas industrias, viviendas o proyectos vinculados a las energías renovables.
Desde aelēc se subraya la necesidad de un nuevo modelo retributivo estable y coherente, que asegure la recuperación de las inversiones y atraiga el capital necesario para reforzar y digitalizar la red. Sin embargo, alertan de que las propuestas regulatorias planteadas por la CNMC en julio no avanzan en esta dirección, lo que puede comprometer la competitividad del país en plena transición energética.
Planificación ágil y refuerzo de la red, claves para la transición energética
La electrificación de la economía —tanto en el sector residencial como en la industria y la movilidad— exige una red de distribución preparada para absorber el crecimiento de la demanda eléctrica. Para ello, no solo es necesario elevar los límites actuales de inversión, sino también implantar mecanismos ágiles de planificación y refuerzo, capaces de liberar capacidad en los puntos donde más se necesita.
De no resolverse este desafío, España corre el riesgo de frenar el despliegue de energías renovables, el almacenamiento y la movilidad eléctrica, desaprovechando oportunidades de crecimiento económico y de descarbonización. La publicación de los mapas de capacidad es un paso fundamental hacia la transparencia, pero debe ir acompañada de medidas regulatorias y de inversión que garanticen la modernización de la red eléctrica.
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