Raúl Álvarez Antón, director técnico de Soprema Iberia, ha sido nombrado presidente de la Comisión Técnica de AIFIm, la Asociación Ibérica de Fabricantes de Impermeabilización. Sustituye en el cargo a Gema Blanco, ingeniera de producto de cubiertas de SIKA, que ha desempeñado esta labor desde 2020.
La Junta Directiva de AIFIm, la Asociación Ibérica de Fabricantes de Impermeabilización, ha ratificado el nombramiento de Paulo Oliveira como nuevo presidente. El actual vicepresidente de Soprema en España y Portugal sustituye a Gonzalo Causin como máximo representante de la asociación.
Oliveira atesora una trayectoria de éxitos profesionales dentro del Grupo Soprema en la que ha desarrollado prácticamente toda su vida laboral.
Las deficiencias en la impermeabilización suponen casi la mitad (49,41%) de las patologías que sufren las cubiertas planas. Esta deficiencia es, además, la mayor causante de humedades y filtraciones, los principales daños que sufren este tipo de cubiertas. Estas son algunas de las principales conclusiones del Estudio de Daños en Cubiertas Planas promovido por Fundación MUSAAT y cuyo autor es Manuel Jesús Carretero Ayuso.
En España hay cerca de 10 millones de viviendas susceptibles de ser rehabilitadas, la gran mayoría construidas hace más de 40 años y con importantes carencias en materia de eficiencia energética. Su renovación es clave para cumplir con los objetivos de reducción de emisiones de GEI fijados desde Bruselas, pero también para impulsar la recuperación y lograr la transición hacia una economía circular.
Las cubiertas ajardinadas, ecológicas o tejados verdes han dejado de ser solamente un elemento de distinción y diseño arquitectónico para los edificios y viviendas.
Con la continua expansión urbana que absorbe los hábitats de las plantas, insectos y aves autóctonas, esta especie de tejados vivos proporciona nuevos hábitats para la prosperidad de la ecología local. Además de reducir la huella de carbono, las humedades o el ruido, el ajardinamiento de las cubiertas optimiza el uso del espacio y ayuda a conservar y revalorizar el inmueble y sus cualidades energéticas.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, más conocida como la COP26 de Glasgow (Escocia), se ha fijado como principales objetivos nacionales acelerar la acción de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para mantener el límite del aumento de la temperatura a 1,5ºC y lograr la descarbonización para 2050.
Se trata de un reto para el que el sector de la edificación está preparado, según AIFIm, la Asociación Ibérica de Fabricantes de Impermeabilización. En este camino por alcanzar los compromisos propuestos en el Acuerdo de París, y que los países reunidos en la COP26 se están encargando de ampliar y fortalecer, la acción descontaminante o fotocatalítica en los edificios cumple un papel fundamental.
Los diversos fenómenos climatológicos vividos este año (Filomena, DANAs, etc.), sumados a la circunstancia de que el 54% de las viviendas fueron construidas antes de 1979 (según datos del INE), nos sitúa ante un parque edificado muy envejecido, subceptible de sufrir problemas de filtraciones y humedades.
La cubierta, al ser uno de los elementos más expuestos del edificio, acusa en mayor medida esta circunstancia. En España, donde gran parte de los edificios cuentan con cubierta plana, los problemas más frecuentes tienen que ver con el envejecimiento de los materiales; el desprendimiento en los solapes y otros puntos singulares; el deterioro de los diferentes materiales de acabado, y la rotura y/o desgarro del sistema de impermeabilización.
“Aire saludable, planeta saludable” es el lema elegido por la ONU para el Día Internacional del Aire Limpio que quiere hacer hincapié en los efectos de la contaminación atmosférica sobre la salud.
Mientras los peligros de la contaminación de aire exterior están sobradamente documentados, en ocasiones se pasan por alto los factores de riesgo y la mala calidad del aire en espacios interiores en los que, como consecuencia de la pandemia, tanto tiempo estamos invirtiendo.
El Consejo General de la Arquitectura Técnica de España (CGATE) y la Asociación Ibérica de Fabricantes de Impermeabilización (AIFIm) han firmado un acuerdo de colaboración por el que ambas entidades se comprometen a trabajar de manera conjunta en el desarrollo de acciones que contribuyan al fomento de la calidad de los productos y servicios en el sector de la impermeabilización, dentro del marco de la eficiencia energética y la economía circular.
Durante el acto formal de la firma del acuerdo, también manifestaron su interés por actuar en el campo de la salud en la edificación, prestando especial atención a la relación entre los inmuebles y las personas.
La Comisión Técnica de AIFIm, Asociación Ibérica de Fabricantes de Impermeabilización está trabajando en la redacción y edición de una completa serie de fichas técnicas sobre sistemas de impermeabilización para cubiertas planas de edificios. La documentación recoge los sistemas y soluciones más adecuados para que cada tipo de cubierta cumpla con el Código Técnico de la Edificación (CTE) y se establezcan unas calidades mínimas en los materiales que aseguren la durabilidad de todas y cada una de las tecnologías de impermeabilización.
El consumo de productos plásticos ha crecido de forma exponencial en los últimos años, alcanzando los 62 millones de toneladas en 2018 (dato de hace 3 años) solo en Europa. El sector de la producción de envases (39,9%) y el de la construcción y edificación (20%) son los que más demanda generan y, según datos de la Unión Europea, se espera que en los próximos 20 años esta cifra se duplique.
La Comisión Europea lanzó en el año 2018 la Estrategia de la UE para el plástico en una economía circular, con medidas para reducir el impacto ambiental. Sin embargo, el papel de las empresas y entidades particulares es fundamental para poner en marcha estrategias que aborden la producción de productos derivados del plástico desde criterios de circularidad, garantizando una importante reducción de la demanda de materias primas, energía y de los recursos consumidos, y apostando por el reciclaje como herramienta clave.
La aparición de las “islas de calor urbanas” o la diferencia de temperatura que se está dando en áreas urbanas con edificación masiva, frente a los extrarradios o las zonas rurales, está generando un calentamiento en las superficies de las ciudades, que es más evidente en los meses de primavera y verano.
“Se trata de superficies caracterizadas por una baja reflectancia solar y una alta impermeabilidad, que, junto con el uso de materiales de alta densidad, está provocando la absorción de grandes cantidades de energía térmica que son liberadas en forma de calor”, constata Gonzalo Causin, presidente de la Asociación Ibérica de Fabricantes de Impermeabilización (AIFIm).
Para contrarrestar las consecuencias que este calentamiento local puede producir en el cambio climático, AIFIm ha lanzado una campaña que pone en valor la instalación de “cubiertas frías” en los edificios y el empleo de los sistemas de impermeabilización como soluciones sostenibles para reducir el efecto de isla de calor en las ciudades.