A medida que las temperaturas descienden, surge también la necesidad de garantizar el buen estado de las calderas y sistemas a gas en los hogares. En España, actualmente hay más de 13 millones de usuarios de gas doméstico, combinando gas natural y gases licuados (GLP, butano y propano). Concretamente, en la Comunidad de Madrid dicha cifra alcanza los 2,2 millones y representa más del 50% de la energía doméstica habitual. En este contexto, evitar la probabilidad de incidencias, a través de las revisiones y labores de mantenimiento de las instalaciones, resulta de vital importancia. En este sentido, AGREMIA destaca el papel de las empresas instaladoras a las que sitúa en la primera línea de prevención frente a fugas, fallos en la combustión o problemas de ventilación