Logotipo Caloryfrio
Menu

Rehabilitación energética en edificios y ventilación | Lupa Temática

lupa tematica rehabilitacion ventilacionCuando renovar es respirar mejor: el tándem inseparable entre eficiencia y salud

La rehabilitación energética ha dejado de ser una opción y se ha convertido en una obligación ineludible en el camino hacia una edificación más sostenible, resiliente y saludable. Sin embargo, dentro de este proceso, hay un elemento clave que sigue luchando por ocupar el lugar que le corresponde: la ventilación.

Para profundizar en esta cuestión, reunimos a cuatro profesionales de distintos ámbitos del sector de la construcción e instalaciones en una Lupa Temática impulsada por la firma SIBER. Cada uno, desde su especialidad, comparte una visión única y complementaria sobre el estado actual de la rehabilitación energética y el papel que la ventilación debe jugar —y aún no juega— en este proceso.

Cuatro voces, una visión integral

  • Josué Marcos, Área Manager de SIBER para la zona centro.
  • Andrés Montilla Aguilera, agente rehabilitador y CEO de Amaide Ingeniería.
  • Juan María Hidalgo, arquitecto y doctor en ingeniería térmica, ha trabajado durante años en ensayos y verificaciones en el Laboratorio de Control de Calidad del Gobierno Vasco.
  • Alberto Vázquez Garea, ingeniero industrial, máster en renovables y certificado Passivhaus. Asesor estratégico en Transición Energética.

Todos coinciden en un diagnóstico claro: sin ventilación adecuada, una rehabilitación no puede considerarse completa. No solo por cuestiones técnicas, sino también porque está en juego la salud de las personas que habitan los edificios. La ventilación no debe ser un extra, sino un componente estructural de cualquier intervención energética. Un paso tan necesario como el aislamiento, las ventanas o la climatización eficiente.

¿Renovar para ahorrar? Sí. ¿Renovar para cumplir normativa? También. Pero sobre todo, renovar para respirar mejor
Logo Siber
Entra en www.siberzone.es y descubre todo tipo de soluciones

Rehabilitación energética: entre la urgencia y la oportunidad

La situación del parque edificado en España evidencia la urgencia. Más del 90% de los edificios residenciales son anteriores a la entrada en vigor del Código Técnico de la Edificación (CTE), y según datos oficiales, hay más de dos millones de viviendas en mal estado de conservación. A pesar del impulso normativo y las ayudas, los niveles de rehabilitación energética siguen siendo bajos: por debajo del 1% anual, cuando el objetivo debería ser alcanzar al menos el 3%.

Los participantes coinciden en que hay una brecha entre las obligaciones a medio plazo (como el objetivo europeo de rehabilitar el 85% de los edificios antes de 2050) y la percepción ciudadana, aún centrada en intervenciones estéticas o parciales. Alberto Vázquez, asesor experto en Transición Energética, señala: “Hay que cambiar el chip. Esto no es solo una obligación futura, es una oportunidad presente para ahorrar, vivir mejor y revalorizar tu vivienda”. Y añade que, sin una estrategia energética personal o comunitaria, será difícil que los ciudadanos vean la rehabilitación como una inversión rentable.

Josué Marcos, representante del fabricante de ventilación SIBER,  destaca también el impulso que dio la pandemia al interés por la ventilación: “Se empezó a hablar de salud, de aire limpio, de espacios cerrados… Eso ayudó. Pero no ha sido suficiente para colocar la ventilación al nivel que le corresponde dentro de los proyectos”. Según el agente rehabilitador Andrés Montilla, uno de los grandes frenos está en la complejidad de las decisiones colectivas: “Convencer a una comunidad de vecinos no es fácil, sobre todo cuando los beneficios no son inmediatamente visibles o cuantificables”.

La ventilación: el eslabón débil de la rehabilitación energética

Si hay un elemento que sigue siendo ignorado sistemáticamente en muchos proyectos de rehabilitación, es la ventilación. Pese a que intervenciones como el aislamiento exterior o el cambio de ventanas hacen que los edificios sean mucho más herméticos, no siempre se compensa esa falta de aireación con soluciones mecánicas o controladas. El resultado: condensaciones, aparición de moho, mala calidad del aire y patologías constructivas y de salud.

El Doctorado Juan María Hidalgo ha visto decenas de estos casos: “Se hacen inversiones importantes en fachadas, pero luego los shunts no se mantienen, las rejillas se cierran o directamente desaparecen, y los edificios quedan sin vías de renovación de aire”. En uno de los ejemplos que comparte, un vecino empezó a sufrir humedades tras cambiar las ventanas. ¿El problema? Las infiltraciones naturales habían desaparecido, pero no se había previsto ningún sistema de ventilación alternativa. “Estamos haciendo edificios herméticos con pulmones atrofiados”, resume.

El mayor problema es que la ventilación no se percibe como algo esencial, sino como un añadido. “Muchos promotores siguen sin ver el retorno de instalar un buen sistema de ventilación”, lamenta Josué. Para Alberto, esto refleja una visión cortoplacista: “Si solo pensamos en lo que se ve y se amortiza en dos años, nos olvidamos de lo que de verdad marca la diferencia: salud, eficiencia y durabilidad. Es necesario explicarlo mejor y mostrar sus beneficios con claridad”.

Prescripción, cultura técnica y rol del agente rehabilitador

Una de las claves para revertir esta situación está en los prescriptores: arquitectos, ingenierías, técnicos de mantenimiento y agentes rehabilitadores. Son ellos quienes tienen la capacidad —y la responsabilidad— de integrar la ventilación desde el diseño del proyecto, no como un extra sino como una necesidad básica. Juan Mari lo dice claramente: “Hay que dejar de pensar que basta con cumplir el mínimo legal. La ventilación hay que diseñarla, instalarla bien y verificarla. No puede ser residual”.

En ese sentido, el papel del agente rehabilitador es crucial. Andrés Montilla lo explica desde su experiencia: “Nuestra labor no es solo tramitar ayudas, es asesorar, diagnosticar y acompañar. Y eso incluye explicar por qué hay que ventilar, qué tecnologías existen y qué beneficios tienen”. Además, muchos de los nuevos sistemas no requieren obras invasivas: “Existen soluciones específicas para rehabilitación que se pueden instalar sin entrar en las viviendas, actuando directamente sobre el edificio”, apunta Josué.

El reto está en profesionalizar aún más este perfil. Como reconoce Andrés, hay pocos técnicos especializados únicamente en rehabilitación energética. Y eso hace que muchas decisiones se tomen desde el desconocimiento. “Si el técnico que lidera el proyecto no entiende cómo y por qué ventilar, no lo va a incluir. Y si no lo incluye, el usuario no va a pedirlo”, sentencia Alberto. La clave está en la formación, la cultura técnica y la integración transversal en el diseño del proyecto.

Desmontar mitos y medir beneficios reales

Uno de los mayores obstáculos a los que se enfrenta la ventilación en rehabilitación es la abundancia de mitos. “Ventilar es abrir las ventanas”. “La humedad se quita con lejía o con pintura”. “Los sistemas de ventilación son caros y ruidosos”. Todas estas ideas, aún muy extendidas, dificultan que los usuarios valoren la necesidad de una ventilación controlada y eficiente. Y lo peor: perpetúan intervenciones ineficaces que no resuelven el problema, solo lo aplazan o lo enmascaran.

Juan Mari lo ilustra bien: “Abrir cinco minutos una ventana en invierno no es ventilar adecuadamente. Estás perdiendo calor, creando corrientes y probablemente no renovando el aire de forma efectiva. Una buena ventilación funciona sola, sin que tengas que pensar en ella cada día”. Alberto añade: “Además, muchos problemas de humedad vienen de una mala ventilación, no de filtraciones. El aislamiento sin ventilación crea puentes térmicos que favorecen la condensación. Y eso se traduce en patologías visibles, gasto adicional y baja calidad del aire”.

Por eso, además de argumentos técnicos, hacen falta testimonios. “Hay que contar historias reales de personas que han mejorado su salud, su confort y su factura energética gracias a una buena ventilación”, propone Alberto. Si se logra comunicar el impacto tangible en la vida diaria —menos alergias, menos moho, menos gasto— será más fácil superar la barrera cultural que todavía separa a muchos ciudadanos de la rehabilitación bien hecha.

Sostenibilidad, salud y eficiencia: el triángulo de la ventilación

La ventilación no solo mejora la calidad del aire interior: también es un factor clave de sostenibilidad. Si se diseña con sistemas de recuperación de calor, permite mantener la eficiencia de la climatización sin necesidad de abrir ventanas ni aumentar el consumo energético. En otras palabras: ventilar no es perder energía, es gestionar mejor el confort sin comprometer la eficiencia.

“Un sistema de ventilación bien dimensionado permite instalar equipos de climatización más pequeños y eficientes, porque reduce la necesidad total de calor y frío”, explica Juan Mari. Además, prolonga la vida útil de los materiales, evita condensaciones y mejora el comportamiento térmico del edificio a largo plazo. Todo esto incide directamente en los objetivos de reducción de emisiones y de huella de carbono.

Desde la óptica de la estrategia energética, Alberto lo resume así: “Estamos cambiando el paradigma de la inversión inmobiliaria. Ya no se trata solo de reformar para alquilar o vender. Se trata de rehabilitar para revalorizar el patrimonio, mejorar la salud y prepararse para un futuro con normativa más exigente. La ventilación es una palanca clave para cumplir todo eso”.

Normativa y ayudas: avanzar hacia la obligatoriedad real

Uno de los grandes debates gira en torno a la normativa. Actualmente, el Código Técnico obliga a mantener o mejorar las condiciones preexistentes de ventilación en caso de rehabilitación. Pero su redacción es ambigua y su cumplimiento, irregular. “Muchos proyectos se justifican como intervenciones menores para evitar tener que cumplir con todas las exigencias del CTE. Y así se pierden oportunidades de hacer las cosas bien”, señala Juan Mari.

Alberto añade que es incoherente que se exijan puntos de recarga para vehículos eléctricos en reformas, pero no se haga lo mismo con la ventilación, que afecta directamente a la salud. Y Andrés reclama una mayor visibilidad de esta medida en las ayudas públicas: “Los fondos Next Generation o las subvenciones autonómicas priorizan el aislamiento o la aerotermia. La ventilación apenas aparece, y cuando lo hace, es de forma marginal”.

Sin embargo, hay un cambio en marcha. Los Certificados de Ahorro Energético (CAEs) incluyen ya fichas específicas para sistemas de ventilación, lo que permite obtener una compensación económica adicional por esta mejora. “Es un incentivo más que puede ayudar a convencer. Pero para que funcione, hay que divulgarlo bien y formar a los técnicos que lo gestionan”, afirma Josué. La normativa debe avanzar, pero también la cultura de quienes prescriben, ejecutan y habitan los edificios.

Conclusión: la ventilación no puede ser una opción

Los cuatro profesionales lo resumen con rotundidad: la ventilación no debe ser considerada un añadido opcional en los proyectos de rehabilitación energética. Debe formar parte de la estructura central de cualquier intervención, como lo son la envolvente térmica, la generación eficiente o la gestión inteligente del edificio. Si realmente queremos un parque edificado sostenible, saludable y preparado para el futuro, ventilar correctamente no es negociable.

Josué concluye: “Todos los actores del proceso tenemos responsabilidad: fabricantes, técnicos, administraciones y usuarios. La ventilación debe entenderse como una necesidad, no como un lujo”. Andrés insiste en que la clave está en la formación y en hacer llegar el mensaje: “No es abrir una ventana. Es vivir mejor. Es ahorrar. Es cuidar tu vivienda y tu salud”. Y Alberto lo remata desde el enfoque económico: “La mejor rehabilitación es la que se paga sola con los ahorros que genera. Y la ventilación, bien planteada, contribuye a eso más de lo que creemos”.

Juan Mari, con su habitual enfoque técnico y divulgador, lanza una reflexión final: “Estamos construyendo el futuro del parque edificado español. Si no incluimos la ventilación, ese futuro será insalubre, caro y problemático. Si lo hacemos bien desde hoy, será eficiente, confortable y duradero. La elección es nuestra”.

¿Renovar para ahorrar? Sí. ¿Renovar para cumplir normativa? También. Pero sobre todo, renovar para respirar mejor
Logo Siber
Entra en www.siberzone.es y descubre todo tipo de soluciones

Modificado por última vez enJueves, 12 Junio 2025 10:36

¿Te ha resultado útil? Compártelo

volver arriba

Búsquedas de Interés

Síguenos en Redes