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Gases renovables y calderas: la UE fija las bases para una transición inclusiva más allá de 2040

calderas gas ueLa Comisión Europea ha ratificado su compromiso con una transición energética progresiva y tecnológicamente neutral en el sector de la climatización, aclarando el papel futuro de las calderas. En contra de interpretaciones alarmistas, el nuevo Aviso de la Comisión publicado el 30 de junio de 2025 confirma que solo las calderas que funcionen exclusivamente con combustibles fósiles (gas natural, gasóleo, carbón) deberán ser eliminadas para 2040, de acuerdo con los planes nacionales exigidos por la Directiva sobre la Eficiencia Energética de los Edificios (EPBD) refundida (Directiva UE 2024/1275).

El documento también aclara que las calderas diseñadas y operadas con combustibles renovables, como el biometano o el hidrógeno verde, no se consideran “calderas de combustibles fósiles”, siempre que se pueda garantizar su uso continuado con estos gases y se verifique adecuadamente. Esta distinción es fundamental para preservar inversiones ya realizadas y permitir una planificación energética más adaptada a las particularidades de cada país. 

La Comisión Europea aclara que las calderas que funcionen con biogás, biometano o hidrógeno no serán consideradas de combustibles fósiles y podrán seguir utilizándose tras 2040, siempre que se cumplan criterios definidos.

¿Qué se considera una “caldera de combustibles fósiles”?

El concepto legal de “caldera de combustibles fósiles” queda definido por el tipo de combustible que utilizará el equipo en 2040. Es decir, no es la tecnología en sí la que se prohíbe, sino el uso continuado de fuentes fósiles no renovables. Así, una misma caldera puede quedar exenta de las restricciones si en esa fecha opera exclusivamente con biocombustibles o gases renovables certificados.

En consecuencia, la Comisión establece que los Estados miembros pueden permitir la instalación de calderas siempre que se asegure mediante reglamentación y seguimiento que estas usarán energías renovables de forma efectiva durante toda su vida útil, especialmente en zonas no conectadas a red (off-grid).

Implicaciones para fabricantes, instaladores y consumidores

Esta aclaración normativa aporta una estabilidad clave al ecosistema de la climatización. Los fabricantes podrán continuar desarrollando tecnologías adaptadas a gases renovables, mientras que los instaladores contarán con una base legal más clara para asesorar a los usuarios en soluciones compatibles con los objetivos de descarbonización.

Para los consumidores, especialmente aquellos que ya han apostado por equipos híbridos o adaptables a gases verdes, esta decisión ofrece seguridad jurídica y técnica. También amplía el abanico de soluciones disponibles en el mercado sin imponer una electrificación total inmediata, que podría no ser viable económicamente en todos los contextos.

Rutas para la descarbonización del parque térmico europeo

El texto oficial de Bruselas orienta a los Estados miembros a diseñar planes nacionales de eliminación progresiva de las calderas fósiles basados en tres estrategias clave:

  1. Descarbonización de las redes de gas, mediante la incorporación creciente de biometano o hidrógeno verde.
  2. Sustitución de calderas por alternativas como bombas de calor, solar térmica o calefacción distrital eficiente.
  3. Combinación de ambas vías, adaptadas a las características locales del parque edificado y del sistema energético.

También se pide a los países que estimen qué porcentaje de calderas funcionarán con gases renovables en 2040 y que planifiquen el reemplazo de las que aún utilicen combustibles fósiles en esa fecha. La clave, según la Comisión, será una planificación integrada que conecte el desarrollo de redes, la renovación de edificios y el despliegue de energías limpias.

El sector valora positivamente la claridad normativa

La guía interpretativa de la Comisión ha sido recibida con gran satisfacción por las principales asociaciones del sector energético. En una nota oficial, SEDIGAS ha celebrado lo que considera “una muestra clara del respaldo de la Unión Europea a las tecnologías que permiten una transición energética realista y justa”, al confirmar que las calderas de gas preparadas para funcionar con gases renovables no serán prohibidas más allá de 2040.

La asociación afirmó que esta aclaración “aporta certidumbre a toda la cadena de valor: fabricantes, instaladores y consumidores”, y demuestra que “la Comisión apuesta por una visión neutral tecnológicamente, donde los gases renovables como el biometano o el hidrógeno tienen un papel protagonista”. Sedigas recalca además que este tipo de calderas ya se están comercializando y permiten “la evolución hacia un sistema energético más sostenible sin renunciar al confort, la eficiencia ni a la asequibilidad económica”.

Sedigas recuerda que España cuenta con un enorme potencial en la producción de biometano, con más de 2.300 proyectos identificados, y que estos gases pueden aprovecharse mediante la infraestructura ya existente, evitando costosas renovaciones en edificios. También insisten en que “la innovación tecnológica del sector gasista ha permitido anticiparse a la normativa”, gracias al desarrollo de calderas híbridas y equipos adaptados al uso de gases renovables.

En la misma línea, AESAHAlianza por una Energía Sostenible y Accesible en el Hogar, que agrupa a fabricantes, instaladores, distribuidores y productores de energías renovables para uso térmico, — ha celebrado la decisión de Bruselas por reconocer “el papel de las tecnologías híbridas y de las calderas alimentadas con energías renovables como una vía complementaria y compatible con los objetivos de neutralidad climática”. En palabras de su portavoz, AESAH valora que la UE haya optado por un enfoque equilibrado que prioriza la reducción de emisiones sin imponer la electrificación total como única vía, destacando que la diversidad tecnológica es clave para adaptar las soluciones al parque edificado real

Otras asociaciones, como Fegeca, también han publicado mensajes valorando positivamente la posición de la Comisión Europea. "Esta aclaración es clave para ofrecer certidumbre regulatoria e impulsar el desarrollo de soluciones tecnológicas compatibles con gases renovables, reforzando el papel del sector en la transición hacia una calefacción descarbonizada, eficiente y sostenible", comunicaba la asociación en sus redes. 

Conclusión: las calderas que utilicen gases renovables se podrán seguir instalando más allá de 2040

Lejos de demonizar a las calderas como tecnología, la Comisión Europea apuesta por una transición energética centrada en el tipo de energía que se consume, más que en prohibir tecnologías per se. Esta aproximación permite una descarbonización flexible, realista y alineada con los objetivos de neutralidad climática para 2050.

El reto ahora está en manos de los Estados miembros, que deberán definir y ejecutar estrategias creíbles, basadas en datos, que garanticen una sustitución efectiva de los combustibles fósiles sin poner en riesgo la asequibilidad, la innovación ni la diversidad de soluciones energéticas.

Puedes consultar el anexo original de la guía publicada por la Comisión Europea aquí

Modificado por última vez enMiércoles, 16 Julio 2025 15:12

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