La transición energética puede quedarse a medias
Este verano debería ser recordado no solo por los rebrotes del coronavirus sino también por la proliferación de propuestas que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha puesto en marcha. Su relación impresiona si se compara con la agostidad de anteriores gobiernos: real decreto ley 23/2020 para impulsar las energías renovables, el almacenamiento, agregadores independientes y comunidades de renovables, proyecto de ley de subastas, metodología de peajes, estrategia de autoconsumo, estrategia de descarbonización a largo plazo (ELP), decreto de acceso y conexión, hoja de ruta del hidrógeno. Adelantan cuestiones planteadas en la ley de cambio climático, que se tramita en el Congreso, y la trasposición parcial de las directivas europeas del “paquete de invierno".




En España el número de edificios residenciales existentes según el censo del 2011 realizado por el Instituto Nacional de Estadística es cercano a 9,7 millones de edificios con 25,9 millones de viviendas. El 40 % fueron construidos entre el año 1939 y 1979. Si a esto se le suma los edificios construidos con anterioridad al año 1939, se obtiene que un 57% del total de los edificios residenciales fueron construidos sin tomar en cuenta criterios térmicos, anteriores a la aparición de la norma NBE- CT-79 [1]. El fenómeno de pared interior fría es habitual en estos tipos de edificios debido a sus cerramientos sin aislamiento y diferentes tipologías de puentes térmicos no resueltos. A esto se suma un sensible aumento de la estanquidad al aire de las viviendas debido a la sustitución de las ventanas por carpinterías modernas mucho más herméticas en estancias sin ningún tipo de sistema de ventilación en origen.
La reforma en el campo de la edificación, tanto si se trata de viviendas como de locales comerciales, hoteles o infraestructuras implica a un enorme volumen de mano de obra y proporciona valor añadido al mercado de consumo, puesto que se trata de una inversión que permanece, incrementa la calidad de vida de quienes la utilizan y contribuye a aumentar el valor de los inmuebles. Asimismo, el
En plena emergencia climática, el proyecto Build Upon² da las claves para conseguir ciudades neutras en carbono en 2050 a través de la rehabilitación de edificios.
El proyecto de la rehabilitación-energética (Rehabilitación-EnerPHit) del colegio El Garrofer, en Viladecans, nace de una auditoría energética de edificios de uso público, encargada por el Área Metropolitana de Barcelona. En este estudio se analizan los consumos energéticos de varios colegios y se monitoriza la
El parque de viviendas que requieren de una rehabilitación integral crece a nivel nacional año tras año, con cifras tales como que el 16,21% del total de edificios anteriores a 1980 se encuentran en un estado ruinoso, malo o deficiente. La rehabilitación energética o sustitución de un elemento constructivo por otro de mejores prestaciones térmicas, sin considerar el edificio de manera integral, puede crear un problema mayor. Es decir, realizar una única modificación en el edificio, como puede ser la sustitución de las ventanas, puede derivar en patologías y daños relacionados con la humedad y las condensaciones si no se combina con la ventilación mecánica. Por ello, es importante tener en cuenta el edificio como un único sistema, y aplicar entonces una solución adaptada al mismo teniendo en cuenta todos los factores: lo que se conoce como una rehabilitación integral.

