¿Estamos pagando las consecuencias de no haber prestado la debida atención a la calidad del aire y a las tecnologías de filtración?
Como era de esperar … Lo veíamos venir y podríamos haber mitigado la propagación del COVID-19 con una mejor preparación de los edificios.
Varias preguntas revolotean en la mente con una persistencia que resulta inquietante. ¿Desde cuándo "nuestra humanidad", potenciada por la ciencia y la tecnología, ha tardado tanto en derrotar a un virus? ¿Es COVID-19 la narrativa de cómo estamos interactuando con nuestro entorno y diseñando nuestros llamados "edificios inteligentes"? ¿Fue la pandemia la prueba de fuego para los estándares deficientes de climatización, filtración y edificación?