Europa aspira a convertirse en el primer continente climáticamente neutro del mundo en 2050. Actualmente, existen distintas tecnologías capaces de lograr el desafío de la descarbonización. Todo un reto queimplicará cambios estructurales, inversiones millonarias y requerirá una planificación meticulosa para mitigar las emisiones que, en la medida de lo posible, evite que se produzca un aumento de los costes energéticos.

Precisamente, los altos precios de la energía que se están registrando en los últimos meses y que, de manera excepcional, se han incrementado con la guerra de Ucrania, deberían servir, a juicio de los expertos, para acelerar la transición hacia un futuro energético renovable y acabar con la dependencia europea de los combustibles fósiles importados. Los futuros mercados del hidrógeno y los gases renovables también jugarán un papel esencial en todo este proceso.

El IDAE acaba de iniciar un servicio para la elaboración de las estadísticas de biomasa, biogás y residuos dirigido al análisis del consumo energético de estas fuentes energéticas en todos los sectores consumidores de las mismas: la industria, los hogares, comercio y servicios, transporte y transformación de la energía.

Este proyecto dará respuesta a los requerimientos estadísticos establecidos tanto en el Reglamento (UE) 2019/2146 relativo a las estadísticas sobre energía, como a los trabajos en curso en el seno de Eurostat, que demandan un nivel de detalle en la información sectorial significativamente mayor que la que actualmente existe.