En España, miles de hogares siguen utilizando calentadores con más de una década de antigüedad. Equipos con tecnologías ya obsoletas, como la llama piloto permanente o la cámara abierta, que implican un consumo constante de gas, mayores emisiones contaminantes (CO₂ y NOx), menor seguridad y un confort limitado. Además, estos sistemas carecen de eficiencia energética y de capacidad de modulación, por lo que calientan agua de forma continua, aunque no se necesite, lo que impacta directamente en la factura, así como en el medio ambiente.

De hecho, la producción de agua caliente puede representar hasta un 38% del consumo de gas natural en una vivienda, lo que convierte a este uso cotidiano en uno de los principales focos de mejora energética dentro del hogar. Por ello, renovar un calentador antiguo puede suponer un ahorro significativo en el consumo de gas, una mayor seguridad y una mejora inmediata del confort.

Un impulso para modernizar los hogares

Con el objetivo de acelerar esta renovación y promover el cambio hacia sistemas más eficientes, Bosch Home Comfort tiene activa su campaña “El Calentador Junkers Más Antiguo”, una iniciativa que busca localizar el calentador Junkers más antiguo en uso en una vivienda española y premiar su sustitución por un nuevo modelo Bosch de última generación. Esta acción busca visibilizar la necesidad de modernizar los sistemas de agua caliente sanitaria y animar a los usuarios a dar el paso hacia tecnologías más limpias, seguras y sostenibles, equipos que pasan desapercibidos en el hogar y cuando dejan de funcionar comprometen el confort.

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