Cuando se aborda el proyecto de un edificio residencial vertical con muchas viviendas, normalmente los espacios son escasos y las alturas de los pisos reducidas. Te encuentras por tanto con el inconveniente de que la propiedad no quiere bajar aún más los techos para poder meter los conductos de climatización. ¿Cuál es la solución más económica y eficiente cuando se da esta situación?

Aquí tenemos un ejemplo solucionado por Jaga Climate Designers: un edificio en el que se optó por unificar en cada vivienda las necesidades térmicas del salón y el dormitorio principal, colocando un único fancoil en la pared que compartían las dos estancias e instalando un conducto vertical para alimentar así ambos espacios. Esto evitó llenar el falso techo de antihigiénicos conductos.

La Unión Europea ha puesto la calidad del aire como uno de los grandes frentes del Pacto Verde, el acuerdo que tiene como objetivo reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero en al menos un 55 % de aquí a 2030. Desde hace unos años, España ha activado medidas que buscan cumplir estos compromisos, aunque estas no han servido para evitar las advertencias de la Comisión por la contaminación de ciudades como Madrid y Barcelona. Siber, en el marco del Día Internacional del Aire Limpio, pone el foco en la necesidad de cuidar la calidad del aire. 

Por envolvente térmica se entiende el conjunto de elementos constructivos que encierran los espacios habitables de un edificio. Básicamente, muros, suelos, cubiertas y ventanas, en contacto con el aire exterior, el terreno u otro edificio. Tiene una función estética pues representa la imagen exterior del edificio. Pero también tiene una función de protección, que afecta a la habitabilidad y el confort de los espacios interiores, y por lo tanto al bienestar del usuario del edificio.

En este artículo explicamos qué es la envolvente térmica, por qué es tan importante, cuáles son los elementos que la componen y cómo se puede mejorar su aislamiento.