La vivienda, situada a más de 1.000 m de altitud, afrontó los retos del clima serrano (invierno frío, verano caluroso y humedad variable), por lo que el aislamiento térmico, los cerramientos eficientes y la envolvente fueron prioridades.

El suelo radiante refrescante, integrado con la aerotermia, permite mantener temperaturas estables durante todo el año. En invierno, proporciona calor uniforme y confortable, y en verano actúa como sistema de refrescamiento eficiente, reduciendo la sensación de bochorno sin aumentar significativamente el consumo eléctrico.

La ventilación mecánica de doble flujo, con un recuperador HVC 400 P1 de Orkli, alcanza un rendimiento térmico del 96 %, funcionando con bajo nivel sonoro (≤ 46 dBA) y renovando el aire sin pérdidas de calor.

El sistema solar térmico Oksol Smart produce agua caliente sanitaria (ACS), abasteciendo entre el 50 % y el 70 % de la demanda, reduciendo la dependencia de la aerotermia.

iDomus, el sistema de regulación de climatización de Orkli, permite un confort personalizado en toda la vivienda, ajustando la temperatura de cada estancia según sus necesidades específicas.

En definitiva, y en palabras de su propietario “la casa está pensada completa e íntegramente desde la sostenibilidad, para que sea una referencia a nivel energético, una casa cuya energía provenga de fuentes naturales como el Sol y la Tierra”.

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