“El tiempo se acaba y la naturaleza se encuentra en situación de emergencia. Para mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 °C este siglo, debemos reducir a la mitad las emisiones anuales de gases de efecto invernadero para 2030. Si no actuamos ya, la exposición al aire contaminado aumentará en un 50% en esta década, mientras que los desechos plásticos que fluyen hacia los ecosistemas acuáticos podrían triplicarse para 2040. Pero estas no serán las únicas consecuencias. Le seguirán muchas más”.
La Organización Mundial de las Naciones Unidas no pone paños calientes. Nos encaminamos a una situación que desembocaría en un desenlace catastrófico. Ya no se trata de ser alarmistas. Es una realidad con la que nos encontraremos, si no se ponen las medidas necesarias, más pronto que tarde.
Jornadas como las del Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra todos los 5 de junio, aumentan, por lo tanto, en importancia. La concienciación es vital para salir adelante.