
La invención de los diodos que emiten luz azul -que combinados con diodos rojos y verdes permiten la existencia de las lámparas de luz blanca-, ha valido a
los investigadores japoneses Isamu Akasaki, Hiroshi Amano y Shuji Nakamura recibir el Premio Nobel de Física 2014.
En esta edición la organización de los Premios Nobel, ha optado por premiar una invención por su utilidad, han premiado el invento de una nueva fuente de luz "eficiente energéticamente y respetuosa con el medio ambiente", ya que ha permitido la existencia de lámparas de larga duración y alternativas a fuentes lumínicas anteriores.