Sinergias entre climatización y refrigeración en los supermercados
El sector de la distribución alimentaria es un gran consumidor de refrigeración. Del funcionamiento de la cadena del frío dependen cuestiones transcendentales para los supermercados y para los consumidores, como la seguridad alimentaria o el control del desperdicio alimentario. Por ello, el sector del retail es clave para la transición energética y para cumplir los objetivos de reducción de emisiones que se ha marcado el sector del frío. En este marco, es preciso llevar a cabo actuaciones desde diversos frentes: la transición hacia refrigerantes de bajo Potencial de Calentamiento Atmosférico (PCA), control de sistemas de refrigeración y aprovechamiento energético.




El modelo de consumo alimentario ha cambiado de forma radical y los sistemas de refrigeración dependen en gran medida de muchas industrias y empresas de todo el mundo. Un área fundamental donde la refrigeración es absolutamente necesaria es en los supermercados ya que estos suministran productos refrigerados y congelados a una población cada vez mayor.
A partir de 2022, la nueva normativa F-Gas prohíbe la práctica totalidad de los HFCs en mobiliario frigorífico y en instalaciones centralizadas de más de 40kW. En sectores como el alimentario, el uso del CO2 como refrigerante - dióxido de carbono conocido también como R744- con sus múltiples variantes tecnológicas, se postula como solución a largo plazo al ser éste un refrigerante natural con un PCA (GWP) mínimo. En este artículo con infografía, vamos a detallar qué convierte al CO2 en un refrigerante a elegir para refrigeración comercial e industrial y repasaremos algunos de los sistemas de refrigeración con CO2 más comunes.
La nueva gama de sensores de temperatura y humedad de AKO, AKODATA IoT, es una innovadora solución que está enfocada directamente a mejorar la conservación de los productos almacenados, eficiencia energética, y reducción de costes operacionales. Los desafíos en la gestión de activos refrigerados o congelados dentro del Food Retail y Horeca tienen dos orígenes distintos con las mismas consecuencias:
La eficiencia energética en las instalaciones frigoríficas, no se consigue sólo por el uso de un equipamiento más eficiente: el diseño de sala de máquinas y su ventilación, colectores, valvulería, aislamientos, trazado, soportación, pruebas de estanqueidad, calidad de materiales empleados, parametrización y regulaciones, limpiezas, registros de ajustes, ubicación de sondas, correcto diagnóstico de las averías y sustitución adecuada de los elementos necesarios, detección y corrección de fugas de refrigerantes, son algunos de los factores donde el instalador interviene y que impactan directamente en el consumo energético de la instalación. 
