La proyección práctica del RSIF hacia la seguridad, la eficiencia energética y la normalización en las instalaciones frigoríficas
El RSIF, Reglamento de Seguridad para las Instalaciones Frigoríficas, es un documento fundamental para trasladar al mercado las últimas tecnologías que se están desarrollando en el sector del frío y hacerlo con plenas garantías en cuanto a seguridad y eficiencia energética. La refrigeración ha experimentado en los últimos años una evolución tecnológica sin precedentes por su rapidez y por su alcance. El esfuerzo en I+D+i de la industria ha dado como resultado sistemas muy eficientes energéticamente y con un alto grado de automatización.
El reto ahora es trasladar este esfuerzo al mercado para promover una renovación de los sistemas frigoríficos y también a las ingenierías, consultorías y empresas instaladoras, quienes tienen que hacer un importante esfuerzo en la formación de sus técnicos. Para ello, el RSIF es un texto de referencia fundamental en materia de seguridad, eficiencia energética y normalización.




Evitar la proliferación de la bacteria de la legionela durante los meses de verano es posible con el correcto mantenimiento de los equipos. El mantenimiento, la profesionalización y la concienciación son fundamentales para garantizar la seguridad socio sanitaria en torres y condensadores evaporativos, así como en todos aquellos equipos susceptibles de albergar la bacteria
Los inicios del CO2 como refrigerante llegaron con la primera patente británica de 1850. El primer sistema de refrigeración por compresión de CO2 en Europa fue construido por C. Linde en 1881.
Debido al estado de alarma y al confinamiento derivado de la crisis sanitaria por pandemia de coronavirus y COVID-19, muchas empresas se han visto obligadas a es detener o ralentizar sus procesos de producción. Desde Torraval, aconsejan que, en tal caso, se adecue también el ritmo de trabajo de las torres de refrigeración.
Durante la pasada década, el gas refrigerante R410A dominó el mercado del aire acondicionado doméstico al responder a las exigencias del Protocolo de Montreal, cuyo objetivo era eliminar el uso de los gases refrigerantes que agotan la capa de ozono. En su contra siempre ha jugado su alto Potencial de Calentamiento Atmosférico (PCA), de 2088, que hizo que en el 
