Enmienda de Kigali al Protocolo de Montreal: Nuevas posibilidades para las empresas españolas de refrigeración y aire acondicionado
- Escrito por Guillermo Martínez López
Recientemente, España ha ratificado la Enmienda de Kigali al Protocolo de Montreal sobre sustancias que agotan la capa de ozono, habiéndola ratificado hasta la fecha 150 países de los 198 que aprobaron esta Enmienda en 2016.
Esta enmienda establece un calendario para la retirada progresiva de la producción y consumo de hidrofluorocarbonos (HFCs). Los países desarrollados comienzan su calendario de reducción a partir de 2019 y en 2036 habrán tenido que reducir un 85% su consumo y producción de HFCs. Por su parte, dentro de los países en desarrollo, se establecen dos grupos. El grupo I que engloba a los países ibero americanos y los africanos, donde su calendario de reducción comienza en 2024 y termina en 2045, cuando habrán tenido que reducir un 80% su consumo y producción de HFCs. Por su parte, el grupo II, engloba a la mayor parte de los países asiáticos y su calendario de reducción comienza en 2028 y termina en 2047, y para entonces, habrán tenido que conseguir una reducción del 85%. En todos los casos, estas reducciones se definen conforme a sus respectivas líneas base[1].
Se estima que la implementación del esquema de reducción progresiva de HFCs que recoge esta Enmienda puede evitar un incremento en la temperatura media de planeta para finales de este siglo XXI de 0,4 ºC, lo que representa una contribución muy significativa a los objetivos climáticos del Acuerdo de Paris de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre cambio climático.[2] Adicionalmente, otras medidas contempladas en la enmienda de Kigali como el fomento de la eficiencia energética en el sector de la refrigeración y aire acondicionado en su transición hacia tecnologías de bajo Potencial de Calentamiento Atmosférico (PCA) y la obligación de destrucción el HFC 23[3] que se genera como sub producto en la producción de otros HCFCs y HFCs, incrementarán los beneficios climáticos de la enmienda de Kigali.
Hasta la fecha, el propio Protocolo de Montreal, aparte de haber conseguido reducir el consumo y producción de gases que destruyen la capa de ozono como CFCs y HCFCs y restaurar la capa de ozono (se estima conforme al Informe del 2022 del Panel de Evaluación Científica del Protocolo de Montreal la columna de ozono en la Antártida recuperará en 2066 sus niveles del año 1980) también ha construido a evitar un incremento en la temperatura media del planeta de entre 0,5 y 1 ºC al ser también los CFCs y HCFCs gases con un PCA muy elevado.
Para financiar la transición hacia tecnologías más respetuosas para el medio ambiente en países en desarrollo para todos los sectores de actividad que utilizan estos gases: refrigeración y climatización, espumas de aislamiento, extinción de incendios, aerosoles, el Protocolo de Montreal dispone del Fondo Multilateral (MLF). Este fondo se nutre por las aportaciones de los países donantes[4]. A 5 de diciembre de 2022, las contribuciones recibidas por el MLF de países desarrollados totalizaron más de 5.020 millones de dollares. El MLF también ha recibido contribuciones voluntarias adicionales por un monto de 25,5 millones de dollares.
El MLF financia actividades sobre el terreno en los países en desarrollo a través de cuatro organismos de ejecución que tienen acuerdos contractuales con el Comité Ejecutivo del MLF: Banco Mundial, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI). Estas agencias de implementación realizan licitaciones para aquellas empresas que se quieran presentar para desarrollar estos proyectos.
Los tipos de proyectos que se financian son: reconversión de instalaciones/aplicaciones, capacitación de profesionales, asistencia técnica o fortalecimiento institucional.
En el caso de la implementación de la enmienda de Kigali, los países tendrán que elaborar sus planes de implementación de la enmienda de Kigali (KIPs) para poder recibir financiación. En la 92nd reunión del Comité Ejecutivo del MLF celebrada del 29 de mayo al 2 de junio, se aprobó el primer plan de implementación de la enmienda de Kigali, concretamente, el correspondiente a Camerún. En próximas reuniones de este Comité, se irán aprobando los KIPs del resto de países en desarrollo.
Como se ha comentado, anteriormente, la implementación de la enmienda de Kigali en la mayoría de los países en desarrollo comienza su calendario de reducción en su producción y consumo de HFCs en 2024. Particularmente, en países ibero americanos, se abre una oportunidad de negocio para empresas españolas del sector de la refrigeración y climatización para facilitar la transición hacia refrigerantes de bajo PCA como sería el CO2, NH3 o los Hidrocarburos.
El tipo de actividades en los que empresas españolas del sector de la refrigeración y climatización podrían asistir a estos países en desarrollo serían:
- Conversión de instalaciones existentes de refrigeración basadas en el uso de gases fluorados de alto PCA a otras basadas en refrigerantes de nulo o bajo PCA
- Capacitación de profesionales en el manejo de estas tecnologías alternativas
- Servicio y mantenimiento de instalaciones de refrigeración: controles de fugas, mejora de su eficiencia
En la actualidad, algunas empresas españolas ya están trabajando en países ibero americanos como México o Chile en proyectos de sustitución de refrigerantes basados en HFCs de alto PCA por refrigerantes de bajo PCA en instalaciones de refrigeración comercial o bien capacitando a profesionales en el manejo de tecnologías alternativas, dado que en anteriores reposiciones del MLF había un apartado específico que permitía la financiación de actividades de implementación temprana de la enmienda de Kigali.
[1] En el caso de países desarrollados la línea base se define conforme a la producción y consumo de HFCs en los años 2009, 2010 y 2011 y se añade un 15% de su línea base para HCFCs. En el caso de países de países en desarrollo del grupo II, la línea base viene definida por la producción y el consumo de HFCs en 2020, 2021 y 2022 y se añade el 65% de su línea para HCFCs. Por último, para países en desarrollo del grupo II la línea base viene definida por la producción y el consumo de HFCs en 2024, 2025 y 2026 y se añade el 65% de su línea base para HCFCs.
[2] El Acuerdo de Paris del 2015 tiene como principal objetivo evitar que el incremento de la temperatura media de planeta no supere los 2ºC respecto de niveles preindustriales con esfuerzos adicionales para que este incremento no sea superior al 1,5 ºC.
[3] HFC 23 es el HFC que tiene un PCA más elevado. Concretamente, su poder de calentamiento es 14.300 veces superiores al CO2 conforme al quinto informe de Panel de Naciones Unidas contra el cambio climático.
[4] Cada tres años se adoptan por las Partes del Protocolo de Montreal las decisiones de reposición al MLF para el siguiente trienio.
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