¿Cómo podemos mejorar la calidad del aire interior en casa o en la oficina?
- Escrito por María Domínguez
Se conoce como aire interior al de los ambientes interiores que no son industriales, como las viviendas o las oficinas. La OMS estima que las personas pasamos la mayor parte del tiempo en este tipo de espacios, hasta un 90 % del día a día. Por esta razón es vital que el aire que se respira en estos lugares sea adecuado para la salud.
Además del confort térmico y acústico, la calidad del aire interior (CAI) es uno de los pilares del bienestar en los edificios. Una mala calidad del aire puede generar síntomas como fatiga, dolores de cabeza, alergias, asma e incluso enfermedades cardiovasculares si la exposición es prolongada. Por ello, su control no es un lujo, sino una necesidad básica para la salud pública.
En este contexto, el diseño y uso de las viviendas y espacios de trabajo debería incluir desde su planificación sistemas de ventilación adecuados, uso de materiales saludables y pautas de mantenimiento. Esta visión integral permite asegurar una calidad ambiental sostenible en el tiempo, además de cumplir con la normativa vigente, como el Código Técnico de la Edificación (CTE) o el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE).
Existe normativa sobre la calidad del aire interior regulada por el CTE y el RITE. Pero, ¿qué se puede hacer realmente para mejorar la calidad del aire interior y evitar las consecuencias negativas de una mala calidad ambiental? Te lo contamos a continuación.
Ventilación y calidad del aire interior
Para evitar que el aire de los interiores de las edificaciones se contamine con agentes nocivos es indispensable que exista una renovación del aire o ventilación. Ahora bien, hay distintas formas de ventilar para mejorar la calidad del aire interior, que pueden suponer un mayor o menor consumo energético de la vivienda.
A nivel práctico, la renovación del aire no solo elimina contaminantes físicos y biológicos, sino que también regula la humedad relativa. Un exceso de humedad favorece la proliferación de mohos y ácaros, mientras que un ambiente demasiado seco puede irritar las vías respiratorias. Por tanto, una ventilación adecuada también es clave para mantener un equilibrio higrotérmico saludable.
AFEC cuida el aire que te rodea:
Descubre más información sobre cómo asegurar la calidad del aire interior
La normativa HS3 del CTE establece caudales mínimos de aire exterior según el uso de cada estancia, que deben ser garantizados por medios naturales o mecánicos. En entornos profesionales, el cumplimiento del RITE incluye el uso de filtros específicos según la contaminación exterior y la ocupación del edificio, con planes de mantenimiento que aseguren su eficacia.
Abrir las ventanas
Podría considerarse la forma tradicional de ventilar. Abrir las ventanas durante un periodo de tiempo controlado ayuda a disminuir la concentración de humedad, a evacuar el humo o a permitir la entrada de un flujo nuevo de aire con una mayor concentración de oxígeno que mejore la habitabilidad. Pero también es cierto que este sistema no filtra la entrada de polen o pequeñas partículas en caso de existir contaminación exterior. Además, en los meses fríos puede comprometer la temperatura interior, por lo que tras la ventilación se hará un esfuerzo energético para recuperar el calor perdido.
Para que esta estrategia sea realmente eficaz, se recomienda realizar ventilaciones cruzadas, es decir, abrir ventanas en lados opuestos de la estancia para que se genere una corriente de aire. Con 10 minutos por la mañana y otros 10 por la tarde puede ser suficiente para renovar el aire sin provocar grandes pérdidas de calor o frío en el interior.
También es conveniente adaptar los horarios de ventilación a la calidad del aire exterior. En ciudades con alta contaminación, es mejor ventilar a primeras horas del día o tras lluvias. Existen apps que informan del índice de calidad del aire (ICA) y permiten decidir el mejor momento para ventilar sin riesgos.
Sistemas mecánicos de renovación del aire
Existen, por otro lado, sistemas controlados que renuevan el aire, como la ventilación mecánica controlada. Con ellos se permite la salida del aire viciado a medida que se deja entrar aire nuevo filtrado sin partículas nocivas. Es decir, aseguran la entrada de un aire de buena calidad. Es más, existen ya en el mercado aparatos de ventilación con intercambiadores de calor que hacen que el aire entre a la vivienda ya climatizado, evitando pérdidas de energía y generando relevante un ahorro en calefacción o aire acondicionado.
Estos sistemas, conocidos como VMC (Ventilación Mecánica Controlada) de doble flujo, incorporan filtros que retienen partículas, polen o incluso gases volátiles. Son especialmente recomendables en viviendas herméticas o pasivas (Passivhaus), donde apenas hay infiltraciones de aire, y en edificios situados en zonas urbanas con tráfico o industrias cercanas.
Además, su instalación puede formar parte de intervenciones de rehabilitación energética ya que mejoran el rendimiento energético del edificio y el confort de los ocupantes. También existen versiones con sensores de CO₂ o humedad que activan el caudal de ventilación según la necesidad real del ambiente interior.
Sistemas de purificación del aire
Además de la ventilación, hay sistemas que ayudan a purificar el aire de una estancia para hacerlo más saludable. Entre las funciones de estos purificadores está la deshumidificación o la reducción de los gérmenes, alérgenos y partículas en suspensión. Asimismo, otro tipo de equipos ayudan a absorber olores y componentes químicos que pueden ser perjudiciales para nuestra salud.
Los purificadores más avanzados incorporan filtros HEPA (High Efficiency Particulate Air) capaces de retener hasta el 99,97 % de las partículas de 0,3 micras, incluyendo virus y bacterias. Algunos también combinan tecnologías como la ionización o la fotocatálisis con luz ultravioleta (UV‑C), que neutralizan microorganismos y compuestos orgánicos volátiles (COVs).
Es fundamental elegir un purificador acorde al tamaño de la estancia y mantener un calendario de sustitución de filtros. Un mal mantenimiento puede convertir el dispositivo en una fuente de contaminación. También conviene comprobar el nivel de ruido y el consumo energético, sobre todo si va a estar encendido muchas horas al día.
El tabaco en viviendas u oficinas
Fumar no es solo perjudicial para quien fuma, también para las personas expuestas al humo. Por lo tanto, mantener una buena calidad del aire interior requiere evitar fumar en ambientes interiores. Es recomendable hacerlo en el exterior o habilitar una zona específica para ello. Además, con esto se previene que el mal olor impregne los muebles y que los tejidos amarilleen.
Uso de productos de limpieza saludables
Es frecuente que los productos que utilizamos para la limpieza contengan compuestos químicos que dañan la salud. Habituarse a utilizar productos de limpieza que no sean tóxicos o que sean hipoalergénicos ayuda a que la calidad del aire interior no se deteriore. Además, se recomienda establecer protocolos de limpieza que no interfieran con la vida diaria y el uso de las estancias, para impedir que se habiten aquellas que acaban de ser limpiadas con productos fuertes.
Los productos convencionales pueden emitir COVs durante horas después de su uso, afectando al sistema respiratorio y neurológico. Se recomienda optar por limpiadores con etiquetas ecológicas, como el sello europeo EcoLabel, y leer atentamente su composición para evitar ingredientes como amoníaco, lejía o perfumes sintéticos.
Una alternativa sostenible y eficaz es utilizar vinagre blanco, bicarbonato y jabón natural, que no generan emisiones perjudiciales. En oficinas o espacios compartidos, conviene establecer horarios de limpieza fuera del uso habitual, y ventilar adecuadamente tras el uso de productos de limpieza más agresivos.
La importancia de los materiales
Se recomienda que antes de construir o de adquirir elementos útiles y decorativos en una vivienda se estudie cómo afectarían a la habitabilidad. Muchos muebles tienen formaldehídos, que son nocivos para la salud. Además, las alfombras o moquetas acumulan polvo. En lo referente a los materiales de construcción también debemos asegurarnos de que estos no liberen sustancias a lo largo de toda su vida útil.
Es aconsejable optar por mobiliario con certificaciones bajas en emisiones, como la clasificación E1 o etiquetas A+, y evitar el uso excesivo de plásticos o adhesivos industriales. Las maderas naturales, pinturas al agua y revestimientos minerales son opciones más saludables y duraderas.
En cuanto al diseño, los suelos continuos como microcemento o gres son más fáciles de limpiar y no acumulan alérgenos como las alfombras. Incorporar textiles lavables, plantas purificadoras o materiales higroscópicos como la arcilla puede contribuir a mejorar la calidad del aire de forma pasiva.
Contribuir entre todos
El aire exterior siempre acaba colándose en el interior de la vivienda, y con él compuestos y partículas dañinas para la salud. Por eso depende de todos preservar la calidad del aire de nuestros pueblos y ciudades. Solo así podremos mejorar la calidad del aire interior. Reducir el uso del vehículo privado, invertir en eficiencia energética y hacer un consumo responsable en general contribuye a frenar la contaminación atmosférica.
A nivel urbano, es importante que las políticas públicas fomenten zonas de bajas emisiones, espacios verdes, movilidad activa y sistemas de monitorización del aire. Estos factores no solo benefician al entorno, sino que tienen un impacto directo en la salud de los ocupantes de viviendas, oficinas y escuelas.
También los usuarios podemos actuar: elegir energías limpias en casa, participar en campañas de concienciación o exigir mejores estándares ambientales en espacios cerrados son pasos clave. La calidad del aire que respiramos es una responsabilidad colectiva que requiere la implicación de ciudadanía, empresas y administraciones.
AFEC cuida el aire que te rodea:
Descubre más información sobre cómo asegurar la calidad del aire interior
¿Te ha resultado útil? Compártelo
Artículos relacionados
- Consejos de Mitsubishi Electric para mantener un descanso saludable en las noches de verano gracias al aire acondicionado
- Zehnder proporciona soluciones eficientes para un verano más confortable y saludable
- C&R 2025 refuerza su agenda técnica con soluciones para un sector más sostenible, eficiente y saludable
- Bosch Home Comfort amplía su gama VRF con soluciones más eficientes, potentes y versátiles para climatización comercial
- Gobernanza de la CAI: primero, arreglar el hardware