Agremia (Asociación de Empresas del Sector de las Instalaciones y la Energía) ha alertado de un aumento significativo de las ciberestafas dirigidas a pymes instaladoras, un fenómeno que se ha intensificado en los últimos meses y que está generando graves perjuicios económicos y operativos dentro del sector. Según el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), en 2024 se gestionaron 97.348 incidentes de ciberseguridad, lo que supone un incremento del 16% respecto al año anterior, y una parte importante de estas estafas afectó a pymes, que continúan siendo uno de los objetivos prioritarios de los ciberdelincuentes.

ACIE (Asociación de Comercializadores Independientes de Energía) apoya la propuesta de que parte de los servicios de ajuste del sistema se consideren un coste regulado y puedan financiarse con cargo a los peajes de las redes eléctricas. De esta forma, la asociación valora positivamente la internalización parcial de los mismos como coste de red. Esta medida contribuiría a proteger a los consumidores y a reducir la prima de riesgo que hoy asumen las comercializadoras.

El compromiso de Agremia con el futuro del sector es firme. Agremia defiende que los instaladores son quienes más directamente contribuyen a los objetivos de descarbonización y reivindica al profesional de las instalaciones como figura clave para la transición energética. Por eso, denuncia que el país atraviesa una “crisis silenciosa” y advierte: faltan profesionales cualificados en todas las especialidades (gas, calefacción, climatización, fontanería, energías renovables), y el relevo generacional no llega, pese a que la demanda no deja de crecer.