Ahorrar energía con la regulación Honeywell
En un momento de crisis económica como el actual, se piensa en ahorrar energía y las facturas del hogar: ¿qué se puede hacer para limitar el gasto en calefacción? Honeywell ECC España, líder en soluciones y productos para la regulación y control residencial y comercial, propone unos consejos y soluciones útiles para monitorizar y controlar el gasto energético en relación con el uso del sistema de calefacción.
La energía consumida en los edificios residenciales en calefacción y agua caliente sanitaria constituye aproximadamente un 30% de los consumos energéticos nacionales, y aproximadamente un 25% de las emisiones totales nacionales de dióxido de carbono, una de las causas principales del efecto invernadero y consiguiente aumento de la temperatura de la Tierra (fuente ENEA). Hay que tener presente que el ahorro energético, además de ser beneficioso para nuestro bolsillo, permite reducir las emisiones a la atmósfera de CO2 y de otros gases nocivos, contribuyendo a la mejora del medioambiente.




La instalación de calefacción denominada monotubo consiste en una sola tubería que une la caldera con los radiadores conectados en serie. El retorno del primer radiador hace de ida del segundo y así sucesivamente. En este tipo de instalaciones, es necesario montar válvulas monotubo de 4 vías destinadas a dosificar el caudal que entra en cada radiador.
Las instalaciones de suelo radiante con
La unidad de medida de fuerza del Sistema Internacional es el Newton. Un Newton (N) es la fuerza necesaria para dar a una masa de 1 kilogramo una aceleración de 1 metro por segundo, tal y como dice la fórmula:
Los colectores y los equipos de distribución son un elemento imprescindible en instalaciones de calefacción y en concreto de
El equilibrado hidráulico de una instalación de A.C.S. permite mantener constantemente la temperatura del agua en todos los puntos de consumo. En una red de distribución desequilibrada, el agua pierde temperatura entre intervalos de uso, además de oscilar ésta en función del grado de demanda. En ambos casos el servicio es deficiente, ocasionando un derroche de agua y energía: con frecuencia es preciso esperar con el grifo abierto la llegada de agua caliente y aún así, su temperatura fluctúa. Pretender solucionarlo aumentando el caudal de circulación y su temperatura, conlleva a mayores pérdidas de calor sin corregir la disparidad de temperaturas entre los distintos puntos de consumo.

