El Reglamento 2024/573 en vigor desde 11 de marzo 2024, más conocido como “F-GAS”, está provocando una auténtica revolución en el mundo de la climatización y refrigeración. La limitación a un GWP no superior a 150 para la mayoría del equipamiento basado en el ciclo frigorífico de compresión mecánica, está suponiendo el rediseño de las máquinas, así como el uso de las tecnologías existentes a la hora de su implementación en edificios.
Tal y como recuerda TECNA, el objetivo es claro, la reducción del uso de refrigerantes sintéticos con alto GWP por su impacto en el conocido efecto de “calentamiento global”. Pero no solo esto, también se añade el hecho de que, algunos refrigerantes sintéticos, aun teniendo un bajo GWP, están en el punto de mira debido a la formación de PFAS (ácido trifluoracético) con efectos contaminantes devastadores en el medio ambiente.