El nuevo Real Decreto por el que se regula la contabilización de consumos individuales en las instalaciones térmicas centralizadas, establece que, una vez se compruebe su viabilidad, los edificios con calefacción central tendrán que instalar contadores de energía, o en su caso, repartidores de costes de calefacción en las viviendas antes de mayo de 2023. Una medida que, según el Gobierno, permitirá un ahorro medio de un 24% en el consumo de energía.
Para conseguir estos ahorros, y que la medida sea realmente eficaz, “es necesario actuar sobre el conjunto de la instalación térmica del edificio, y no sólo proceder a la colocación de contadores o repartidores de costes en las viviendas, en los casos a que obligue la normativa”, creen en la Asociación del Sector de Empresas del Sector de las Instalaciones y la Energía (Agremia).